¿Quién es el autor cuando creamos con IA? La Corte Suprema de México responde
Descubre qué decidió la Suprema Corte de México sobre los derechos de autor en obras creadas por inteligencia artificial. ¿Puede una IA ser autora? Te explicamos el caso y sus implicaciones legales y de negocio.
Ale Contreras
9/1/20253 min read
¿Qué resolvió la Suprema Corte y por qué importa tanto para quienes creamos contenido?
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó que, según la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA), solo las personas físicas pueden ser reconocidas como autoras. Es decir, si una obra es generada únicamente por una inteligencia artificial —sin intervención humana relevante—, no se le puede otorgar protección como obra original.
Esto quiere decir que si una IA genera un texto, una imagen o una canción por sí sola, sin participación creativa real de una persona, esa creación queda fuera del marco legal de protección por derechos de autor.
La Corte también fue clara en algo que debemos entender quienes trabajamos en comunicación y creatividad: dar indicaciones a una IA o cargarle insumos no equivale a crear, al menos legalmente. Y además, dejó asentado que las inteligencias artificiales no son sujetos de derecho, por lo tanto, no pueden reclamar derechos morales ni patrimoniales sobre lo que producen.
Pero lo más interesante es lo que no resolvió.
Muchos medios titularon que la Corte negó los derechos de autor para obras hechas “con IA”, pero eso no es correcto. En realidad, la SCJN no se pronunció sobre lo que sucede cuando una IA se usa como una herramienta en un proceso creativo liderado por una persona.
En resumen: la Corte dijo que la IA no puede ser autora, pero aún no hay claridad legal sobre las creaciones donde sí hay dirección y aportación humana. Y ahí es donde muchos de nosotros trabajamos todos los días.
Desde una mirada de marketing, esto plantea preguntas reales y urgentes: ¿cómo protegemos lo que generamos con herramientas de IA? ¿Qué pasa con los assets visuales o conceptuales que desarrollamos para clientes o campañas? ¿Cómo documentamos nuestra participación creativa si hay una IA de por medio?
En lo personal, creo que esta decisión tendrá que replantearse pronto, porque el uso de IA en procesos creativos no va a frenar. Al contrario, apenas comienza. Las reglas tendrán que evolucionar al ritmo de la tecnología, y hoy más que nunca, quienes trabajamos con contenido debemos estar al tanto.
¿Qué significa esto para tu estrategia de contenidos?
Este fallo afecta directamente a diseñadores, creativos, agencias, equipos de marketing, negocios digitales, freelancers… básicamente a cualquiera que esté incorporando IA en sus procesos para crear visuales, textos, audios o incluso guiones.
Herramientas como ChatGPT, Gemini, Nanobanana ya son parte del día a día en muchos equipos. Pero si el resultado que generan no está protegido por derechos de autor, entonces tampoco está claro cómo se puede usar, registrar o incluso vender.
¿Eso quiere decir que no podemos usarlas? Para nada. Pero sí implica que necesitamos ser más estratégicos y meticulosos. Especialmente al documentar el proceso creativo y la intervención humana en cada contenido. Porque eso podría marcar la diferencia entre una obra protegida o una sin respaldo legal.
La resolución de la Corte, aunque clara en lo que respecta a la autoría exclusiva de la IA, nos deja con muchas preguntas sobre el panorama que viene. Porque seamos honestos: estamos apenas empezando a ver cómo la inteligencia artificial va a revolucionar la forma en que trabajamos, creamos y colaboramos.
Cada vez más personas y equipos están co-creando con IA. No como reemplazo, sino como una herramienta de apoyo para hacer realidad ideas que antes parecían inalcanzables. Desde emprendimientos con presupuestos limitados hasta grandes campañas de marca, la IA está ayudando a acelerar procesos, multiplicar posibilidades y democratizar el acceso a la producción creativa.
Y en ese escenario, será clave encontrar formas de datar, justificar y visibilizar el rol humano en la creación. Necesitamos marcos que reconozcan cuándo la IA ha sido una aliada y no la autora, para poder defender el valor que agregamos con nuestra experiencia, criterio y visión.
Porque, como bien dice esa frase que tanto resuena en estos tiempos de cambio: “La vida es un 10% lo que te sucede y un 90% cómo reaccionas a ello”.
Adaptarnos, cuestionar y formarnos será esencial. Lo legal es solo una parte de este nuevo mapa creativo. Y como profesionales, tenemos que estar listos para navegarlo con conciencia y estrategia.

